Las posibilidades de ayudas solidarias son muy diversas, podríamos decir casi infinitas. Por poner un ejemplo hablamos de muebles. Gran parte de los pisos que se alquilan están vacíos y el amueblarlos supone para las familias, un esfuerzo económico a veces, imposible de alcanzar.
Cuando se detectan estas necesidades se organiza una gestión de búsqueda con resultados positivos en la mayoría de los casos. Gracias a la generosidad de nuestros donantes anónimos, los pisos vacíos se convierten en alegres hogares solidarios. Las fotos muestran algunos de los últimos conseguidos.